El adulto que necesitabas cuando niñ@: Cómo evitar prácticas adultocentristas

¿Cuántas veces hemos dicho que l@s niñ@s son el futuro? Una frase repetitiva que escuchamos constantemente, pero ¿no sería mejor empezar a preocuparnos por su presente? Los niños, niñas y adolescentes quieren ser escuchados hoy, no mañana. ¡Seamos ese adulto que siempre quisimos tener en nuestra niñez y juventud!

 

Nosotr@s también podemos hacer un cambio, validando las ideas y opiniones de los niños, niñas y adolescentes, con quienes convivimos día a día. No podemos olvidar que sus voces son relevantes y un aporte para construir una sociedad menos adultocentrista. ¿Qué podemos hacer para evitar estas conductas? A continuación, te dejamos algunos consejos. 

 

– En primer lugar, no hay que culparse por estas prácticas, tod@s pudimos tener actitudes adultocentristas sin darnos cuenta. Sin embargo, podemos identificarlas y hacernos cargo de no replicarlas ¡Así contribuimos al cambio!

 

-Cómo adult@s lo mejor que podemos hacer, para apoyar a las niñeces y adolescencias, es ser sus aliados y orientarlos en su camino de aprendizaje. De esta manera, evitamos repetir actitudes que los invisibilizan y colaboramos a que no sean una Menoría. 

 

– Recuerda que ell@s también son personas autónomas, capaces de tomar decisiones y resolver problemas por su cuenta. No les neguemos la oportunidad de tener espacios de independencia por el afán de protegerlos todo el tiempo. 

 

– Tenemos que aceptar que los adultos no somos dueños de la verdad, los conocimientos son independientes de la edad. Tod@s tienen diferentes saberes con los que pueden aportar. 

 

– Comprender que los jóvenes y adolescentes al actuar con mayor autonomía y libertad, no están cuestionando el lugar que ocupa un adulto. Debemos entender que el hecho de que participen no es una falta de respeto hacía los mayores. Potenciemos su capacidad de ser responsables y compartir decisiones puede ser muy beneficioso. 

 

– Una manera efectiva para frenar prácticas adultistas es comprender que niños, niñas y adolescentes también tienen voces, ideas y opiniones ¡Expresarlas es su derecho! Valoremos sus capacidades y aprendizaje. 

 

– Debemos respetar sus puntos de vista y diferentes perspectivas que nos pueden entregar, por eso tenemos que considerar con seriedad sus opiniones sobre los asuntos que los afectan. Ver el mundo con ojos de niñ@ podría cambiar el mundo.

 

¡Imagínate cuantas historias podríamos cambiar si aplicamos estos consejos!

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