En Lota, una ciudad de la Región del Biobío, está viviendo Camila Vergara, socióloga y profesional voluntaria de América Solidaria, quien trabaja directamente con niños, niñas y adolescentes en intervenciones educacionales en grupos para fortalecer sus habilidades reflexivas y sociales junto a la Corporación Ágape Educación.
Desde que Camila Vergara, socióloga y profesional voluntaria de América Solidaria, llegó a Lota a trabajar en la Corporación Ágape Educación pudo ver los efectos educacionales de la pandemia, tales como falta de comprensión lectora, problemas sociales, entre otros, en los niños y niñas y adolescentes de escuelas y liceos de la ciudad. Como corporación, con el apoyo de América Solidaria, realizan actividades dentro de las aulas, desde kinder a segundo medio, que potencian aptitudes cognitivas y relacionales entre pares, y que además los apoyen en su desempeño escolar.
Actualmente realizan las actividades en los establecimientos: Escuela Bello Horizonte, Escuela Thompson Matthews y Liceo Politécnico Rosauro Santana Ríos. La voluntaria relata que tienen dos modalidades para acercarse a los estudiantes, una es mediante las tertulias dialógicas, generalmente literarias, donde leen y opinan sobre textos, y la otra son los grupos interactivos, en los que refuerzan en conjunto contenidos revisados en clases.
Desde que llegó, una de sus mayores preocupaciones fue ver las diferencias y desnivelación educacional que dejó la pandemia, por lo que estas nuevas estrategias han sido un complemento a las clases. “El proyecto aporta mucho a que los niños, niñas y adolescentes empiecen a soltarse, hablar y expresarse sin miedo. Contar lo que vivieron en la pandemia”, asevera Camila.
«Hay que aprender a escuchar a los niños, niñas y adolescentes, entender que no porque sean más pequeños no tienen idea de cómo funcionan las cosas o que no tienen opinión. Yo creo que lo más valioso es saber que tienen voz, opinión, cosas que decir y enseñarnos»
A pesar de que aún le quedan unos meses para finalizar su voluntariado, ella puede ver los resultados que ha dado aplicar las actividades. “Ahora ya están leyendo y escribiendo con mayor facilidad, se ven los cambios y avances con estas estratégias”, cuenta.
Educación en lugares urgentes
Según la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA), de las 33 comunas que integran la región del Biobío, en conjunto, las comunas mixtas y rurales abarcan el 87,4% del territorio regional, por lo que el porcentaje de establecimientos rurales es mayor.
Debido a esto la profesional asegura que sin el voluntariado, Corporación Ágape Educación y los establecimientos educacionales, la posibilidad de que los niños y niñas tengan el acceso a estas intervenciones y la presencia de una socióloga para que apoye su crecimiento es muy baja.
“Si no le damos la atención suficiente para desenvolverse en el mundo desde pequeños, de adultos tendrán deficiencias, por eso es importante estar ahora”
Además de todos los aprendizajes que suma a su profesión, la voluntaria recuerda con cariño los gestos que los niños, niñas y adolescentes han hecho por ella, como preguntarle cómo está, qué cosas le gusta, regalarle dibujos. Ella destaca hasta el que se acuerden de su nombre. “Se nota que realmente estamos incidiendo, que les gusta lo que estamos haciendo porque sino no te dedicaría su tiempo, mi experiencia ha sido muy enriquecedora”, concluye la voluntaria.