Victoria Gómez es profesional voluntaria en el programa Accionadores de América Solidaria y ahondó sobre su experiencia trabajando con escolares de la región de Los Lagos.
Es oriunda de Quilpué, región de Valparaíso, y de profesión es psicopedagoga. Victoria Gómez comenzó a desempeñarse como profesional voluntaria del programa Accionadores de América Solidaria en marzo de este año y esta es su primera experiencia en este tipo de iniciativvas.
“Es todo un viaje”, cuenta acerca de su experiencia en la ciudad de Chiloé, lugar que le fue designado para iniciar la importante tarea de incentivar la participación protagónica de niños, niñas y adolescentes en tres colegios de la zona.
“Los chicos y las chicas agradecen demasiado todo lo que tú les entregas y eso es súper bonito, porque tu labor siempre es bien recibida y ellos también te devuelven mucho, con sonrisas, abrazos, con un ‘tía venga de nuevo’», contó.
¿Cómo ha sido esta experiencia de voluntariado?
Ha sido una experiencia enriquecedora en todos los sentidos. Me ha servido para sanar, para crecer y también para esperanzarse y creer que los cambios sí son posibles. Sirve para darse cuenta de cómo los niños y las niñas empiezan a tener esperanza, más motivación y también empiezan a creer en su poder transformador.
Debido a la implementación de Accionadores, ¿Qué te dicen los niños al respecto?
A ellos les gusta mucho porque pueden proponer qué cosas hacer en las distintas sesiones, les gusta venir a jugar y participar en cada actividad. Los chiquillos siempre nos retroalimentan y les gusta el hecho de que nosotros vengamos a cambiar el paradigma tradicional de educación y tengamos una propuesta diferente que abran espacios. Todas estas cosas ellos lo agradecen mucho.
¿Qué cambios o avances has notado en l@s niñ@s?
Cuando partimos los chicos eran super tímidos y les costaba expresar sus opiniones. Ahora se pelean para contestar las preguntas. Uno se da cuenta del cambio, que ha sido en poquito tiempo, pero ellos ya quieren participar de los primeros, levantan la mano, alzan su voz y se dan cuenta de que su voz es importante y que lo que piensan nos sirve a nosotros para ir creando y cambiando sus realidades. Ese es el cambio más notorio.
¿Cuál crees que es el impacto de Accionadores?
Yo creo que para ellos, Accionadores es muy importante, porque les da este espacio protagónico en el que ellos y ellas pueden ser parte de la toma de decisiones y eso los nutre mucho. También los ayuda en su autoestima y los hace crecer mucho en cuanto al respeto, la empatía, el compañerismo y al creer que uno puede transformar las cosas siendo adolescente.
¿Consideras que es importante que los niños participen y se involucren más en sus espacios?
Creo que es urgente generar espacios de participación real y protagónica. En ese sentido, Accionadores es super importante para abrirle los ojitos y para enseñarles que hay muchas oportunidades que los están esperando allá afuera para vivirlas. Accionadores les da herramientas para hacerles creer en ellos mismos, el poder transformador de que ellos pueden cambiar las cosas y pueden salir más adelante y a lo mejor salir de aquí a proponer cosas o proyectos en otros lugares
Finalmente, ¿Cúal es tu expectativa sobre este viaje como voluntaria?
El voluntariado me ha hecho crecer mucho. Es un gran desafío, pero al final del camino yo espero poder ver el fruto de los chiquillos y para mí eso va a ser el mejor regalo. Como el mejor regalo para mí al final de Accionadores es ver a los chiquillos haciendo las cosas que en algún momento pensaron que no podían hacer. Eso yo creo que es lo más bonito, es darles una semillita de esperanza y de acción.